El hígado de pato
Fueron los egipcios en
tiempos remotos, cuando se dieron cuenta de que los patos, ocas y gansos podían
almacenar grandes cantidades de grasa para sus migraciones y el sabor de dicho
hígado cambiaba sorprendentemente. Los romanos se atrevieron a incluirlo como
plato en sus manjares de lujo y más tarde Europa empezó su comercialización, en
especial Francia, que se lleva más del 90%de la producción actual. De ellos
proviene el nombre de foie gras de canard.
Hoy en día la mayoría de los
productos derivados del foie que están a la venta son solo partes
proporcionales de foie con otros ingredientes y aditivos. Nosotros vamos a
trabajar el hígado de pato tal y como es. Solo 100% hígado de pato. Así apreciaremos el sabor autentico de este manjar.
La carne de caballo
La carne de caballo
Se
come en Europa desde edades muy antiguas. La carne se ha considerado como más
dulce, tierna, y baja en grasas, alto contenido en proteínas que las de cerdo o
ternera.
El
alto contenido en zinc de la carne de caballo facilita a nuestro organismo la
asimilación y el almacenamiento de la insulina. El zinc que contiene esta
carne, contribuye a la madurez sexual y ayuda en el proceso de crecimiento,
además de ser beneficioso para el sistema inmunitario y la cicatrización de
heridas y ayuda a metabolizar las proteínas. Al ser rico en zinc, este alimento
también ayuda a combatir la fatiga e interviene en el transporte de la vitamina
A a la retina.